La vía
rápida nos va a poner en la vía equivocada
Lourdes Luján se levanta
todas las mañanas a un olor fétido que viene del Río Alamar el cual se
encuentra junto a su casa en la Colonia Chilpancingo, en Tijuana. El río
contiene aguas negras y desechos industriales, una consequencia de las
maquiladoras que están operando en el Parque Industrial de la Mesa de
Otay, a unos cientos metros de su casa.
Durante los meses de verano,
el olor es insoportable. Luján se preocupa por el bienestar y la salud de
sus hijos y de otros que viven y juegan junto al río.
Los contaminantes tóxicos
que plagan a Luján y a otros residentes de la Colonia Chilpancingo, son
los legados de las empresas estadounidenses y extranjeras que están
operando en México bajo la auspicia del Tratado de Libre Comercio (TLC).
Aun cuando la evidencia es muy clara de que el TLC ha fallado en proteger
al medio ambiente, el presidente Bush lo esta promoviendo como un modelo
para el Acuerdo de Libre Comercio en las Américas (ALCA), el cual
expanderá el TLC de 3 a 34 países y cubrira casi todo Norte, Centro y
Sudamérica.
Metales y Derivados, una
fundidora de plomo abandonada en Tijuana, muestra el fracaso del TLC aquí
en la frontera de Tijuana y San Diego. La maquiladora estadounidense
recicló baterías de carros por doce años antes de que las autoridades
mexicanas la clausuraran en marzo, de 1994 debido a violaciones a las
leyes Mexicanas del medio ambiente. Aun permanecen expuestas a la
intemperie aproximadamente 6,000 toneladas métricas de plomo y de otras
substancias tóxicas en este sitio abandonado. Este sitio se encuentra a
600 metros de la Colonia Chilpancingo, hogar de más de 10,000 personas.
Los legisladores elogiaron
al TLC como el primer acuerdo que liga el libre comercio con temas
ambientales. Sus promesas verdes estaban en los acuerdos laterales de
medio ambiente y prometieron altos niveles de protección ambiental y
participación pública. Este acuerdo creó la Comisión para Cooperación
Ambiental (CCA), una institución tri nacional compuesta por los ministros
del medio ambiente de Canadá, Estados Unidos, y de México, y cuyo
objetivo principal era el de "promover el cumplimiento total de leyes
ambientales". Pero hoy día la evidencia es muy clara de que la CCA
ha fallado en lograr este cometido básico.
En octubre 1998, la
Coalición de Salud Ambiental y grupos de vecinos de la Colonia
Chilpancingo presentaron una petición a la CCA porque México no estaba
aplicando efectivamente sus leyes ambientales en el caso de Metales y
Derivados. En junio 2000, la CCA declaró que la petición ameritaba la
elaboración de un expediente de hechos.
Hoy, los residentes de
Chilpancingo siguen esperando mientras la CCA "estudia" el caso.
Aun si la CCA concluyese que México no hizo cumplir sus leyes ambientales,
no puede obligarlo a solucionar el problema.
El caso de Metales no es
único. Desde 1995, 30 demandas ciudadanas se han presentado ante la CCA.
Únicamente a dos se les ha elaborado expedientes de hechos. La mitad de
las peticiones han sido descartadas y el resto tienen "acción
pendiente". Los oxidados tambos de contaminación tóxica abandonados
en el sitio de Metales y Derivados han llegado a simbolizar las promesas
incumplidas del TLC.
La Procuraduría Federal de
Protección al Ambiente (PROFEPA), la agencia encargada de hacer cumplir
las leyes de ambientales de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (SEMARNAT) el equivalente mexicano a La Agencia de Protección
Ambiental, el año pasado identificó un total de 105 sitios tóxicos
abandonados en México. De éstos, 49 están en los estados de la frontera.
Siete están en la zona fronteriza, a 100 kilómetros de la frontera de
los Estados Unidos. Seis de estos siete están clasificados como altamente
tóxicos, incluyendo a Metales y Derivados
El TLC no ha logrado
reconciliar las amplias diferencias económicas y de infraestructura entre
México y los Estados Unidos. Ahora México, por si solo, debe de asumir
con la carga de compañías extranjeras irresponsables como Metales y
Derivados. New Frontier Trading Corp., dueña de Metales y Derivados,
continua operando cómodamente en San Diego y funcionando con capital
hecho en Tijuana a costa de la salud de los residentes y comunidades
vecinas.
Una falla fundamental del
TLC esta en como los legisladores negociaron el acuerdo. Se hizo tras
puertas cerradas con los representantes de los departamentos de comercio
Canadienses, Mexicanos, y Estadounidenses y con corporaciones
multinacionales. Los intereses ambientales y laborales no fueron
representados. La autoridad de negociación por la Vía Rápida facilitó
el tratado.
EHC participó en un mitin
y conferencia de prensa el lunes, el 21 de octubre que organizó, San
Diego-Imperial Counties Labor Council dónde una coalición laboral,
grupos medioambientales, trabajadores y miembros de la comunidad hicieron
un llamado a la Congresista Susan Davis para que vote " no" a la
legislación por la vía rápida. Muchos miembros de EHC se comunicaron
con la Congresista urgiéndole que considerará los impactos negativos que
la legislación de autoridad para promoción comercial por la vía rápida
tendrá en los asuntos laborales y de medioambiente. Al momento que se
escribió esto la Congresista permanece indecisa pero se comprometió
sinceramente a evaluar la información.
Es posible que pronto se
decida la suerte del HR3005. El Presidente dice que la autoridad para
negociar la vía rápida va mano una mano con la lucha contra el
terrorismo, pero esto es simplemente un intento oportunista para
aprovechar la situación y el recién sentido real de la unidad de la
nación.
Una vez más EHC llama a
los miembros de la Delegación de Congresistas de San Diego para que digan
"No" a la negociación por la vía rápida. En un momento en el
cual nuestra nación debe enfocarse en la seguridad nacional y en la
economía, la negociación por la vía rápida en vez de ayudarnos nos
atrasa.
|