Durante las primeras horas Lourdes Luján, izquierda, Olga Rendón y Magdalena Cerda escuchan escépticamente el discurso del funcionario mexicano de medio ambiente durante  la vigilia de 24 horas.

Residentes de la Colonia Chilpancingo se lanzaron a las calles de Tijuana el 10 de abril para mandar un mensaje al presidente Fox y al gobierno mexicano: ¡Limpien Metales y Derivados hoy!

Más de 30 residentes de la Colonia Chilpancingo y miembros de la Coalición de Salud Ambiental, sostuvieron una vigilia de 24 horas enfrente de las oficinas de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), la rama que hace cumplir las leyes de la agencia de protección ambiental de México, exigiendo al gobierno mexicano que tome acción inmediata en el asunto para limpiar los desechos tóxicos que permanecen en Metales y Derivados. La fundidora de plomo abandonada se localiza a sólo unos 600 metros de la Colonia Chilpancingo en donde viven más de 10,000 personas.

Los activistas se plantaron en las banquetas enfrente de las oficinas y comenzaron la vigilia con una conferencia de prensa haciendo un llamado al presidente Fox y a los funcionarios mexicanos para que se responsabilicen y descontaminen las más de 7 000 toneladas métricas de desechos tóxicos que permanecen en el lugar. Maricarmen Viera, quien asistió en representación de la Procuraduría de Derechos Humanos de Baja California, ofreció unas palabras en apoyo a la gente de la Colonia Chilpancingo.

Lourdes Luján, residente de la Colonia Chilpancingo y organizadora del Colectivo Chilpancingo Pro Justicia Ambiental, afiliado a EHC, declaró: "Por mucho tiempo hemos padecido problemas de salud a causa de la contaminación; y este es nuestro último llamado al gobierno de México para que solucione el problema. Nuestra vigilia representa las voces colectivas de las personas de Chilpancingo que exigen que el presidente Fox y México se responsabilicen por proteger nuestra salud y descontaminen Metales y Derivados hoy. Permaneceremos aquí durante las siguientes 24 horas, pero nuestra vigilia no terminará hasta que México responda a nuestras demandas y descontamine este lugar."

Metales y Derivados recicló plomo de baterías de automóviles durante más de doce años antes de que las autoridades mexicanas la clausuraran en marzo de 1994 por infracciones a las leyes medio ambientales mexicanas. La compañía propietaria de la fundidora, New Frontier Trading Corporation basada en San Diego, dejó abandonadas más de 7 000 toneladas métricas de desechos tóxicos cuando sus propietarios desertaron las instalaciones. La persona responsable por la compañía, José Khan, huyó de México después de que en 1995 se presentara una orden de aprehensión en su contra por supuestos atentados contra el medio ambiente. Khan actualmente reside en San Diego.

Después de la conferencia de prensa, Alejandro Álvarez Cárdenas, representante de PROFEPA, se dirigió a los protestantes y a miembros de los medios de comunicación. Declaró que la responsabilidad por la descontaminación de Metales recae sobre Khan, y declaró que México no puede presupuestar el proyecto de saneamiento.

La respuesta nada sorpresiva del funcionario mexicano no fue bien recibida por la residente de Chilpancingo Olga Rendón. "¡La salud de nuestras familias está en peligro! Hemos esperado demasiado tiempo para obtener una solución a este problema," dijo la señora Rendón, también organizadora del Colectivo Chilpancingo. "Es hora de que el presidente Fox y el gobierno mexicano hagan valer los derechos humanos descontaminando Metales y Derivados. Los residentes de la Colonia Chilpancingo merecemos y exigimos un medio ambiente seguro y limpio en donde vivir, trabajar y criar a nuestros hijos."

Un informe publicado en febrero por la comisión de vigilancia ambiental del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), le dio validez a las preocupaciones de salud de la comunidad sobre la contaminación tóxica causada por Metales y Derivados. Análisis independientes hechos por expertos citados en el informe, confirman la necesidad de acción inmediata en este caso para poner un alto a los efectos adversos a la salud de las personas que viven o trabajan en la proximidad del peligroso y abandonado sitio. El informe del TLC es el resultado de una petición que en 1998 formularon EHC y los residentes de la Colonia Chilpancingo.

"México no ha hecho cumplir sus leyes en este caso," dijo el abogador de políticas César Luna. "Es de suma importancia que el gobierno mexicano de inmediato tome cartas definitivas y concretas en el asunto para proteger la salud y el medio ambiente de los residentes y trabajadores impactados por Metales y Derivados."

El informe es una compilación de documentos gubernamentales, información técnica y demás datos públicos. Expertos en toxicología citados en el informe indican que las sustancias que se encuentran en Metales representan "gran daño a la salud humana." El informe muestra que el nivel de contaminantes de plomo que se encuentra en la superficie del suelo de este lugar es 551 veces más alto que lo que recomienda la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en Inglés) como meta de remediación preliminar para suelo residencial contaminado. Hasta a más de una milla de distancia del lugar, los niveles de plomo son hasta 55 veces más altos que los estándares de la EPA.

De acuerdo con el informe, el sitio de Metales y Derivados, "no está asegurado para prevenir la entrada a personas ni para evitar el contacto directo con los contaminantes. Los contaminantes no están confinados de manera que se pueda prevenir su dispersión. Es fácil para cualquier persona, incluso para niños, entrar al lugar y tener contacto directo con los desechos peligrosos que se encuentran tanto en pilas de escoria de plomo como con los residuos dentro de costales y tambos."

"Este es el primer informe independiente e internacional que apoya lo que los residentes de la Colonia Chilpancingo han venido diciendo desde siempre. Sin embargo, el informe se queda corto y no provee ningún remedio," dijo Luna.

En el informe, el gobierno mexicano cita la falta de recursos económicos del país como un obstáculo importante para poder tratar las preocupaciones de la comunidad y limpiar el sitio de Metales. Sin embargo, las recientes acciones de México para concluir con otra disputa del TLC hicieron dudar sobre la defensa de "falta de recursos" del país. En 1996, Metalclad, una compañía estadounidense, entabló una demanda contra México después de que una ciudad del estado de San Luis Potosí impidió que esta compañía de confinación de desechos abriera un basurero para tóxicos. En octubre de 2001, el gobierno mexicano le pagó $16 millones de dólares a Metalclad para resolver el caso.

"Este informe revela una gran falla fundamental en el TLC," dijo Luna. "Mientras que corporaciones individuales pueden demandar a países integrados al TLC y pueden obtener millones de dólares de estos, las comunidades únicamente reciben un informe sin ningún poder. Esto expone los criterios distintos que utilizan los mecanismos del TLC en cuanto a respuestas gubernamentales a comunidades, comparadas con respuestas a intereses corporativos."

El informe, el cual culminó con un proceso largo y complejo de peticiones, no saca conclusiones ni recomendaciones sobre cómo resolver casos como el de Metales y Derivados o cualquier otro caso presentado ante la comisión trinacional. "Es como si alguien te dice que tienes un tumor maligno pero no te ofrece ningún tratamiento," dijo Lourdes Luján.

La vigilia continúa

El presidente Fox y Víctor Lichtinger, secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, han recibido más de 800 cartas de residentes de la colonia pidiendo una respuesta al problema de Metales y Derivados. Los dos funcionarios también recibieron recientemente otra carta de residentes pidiendo que visiten Chilpancingo y se reúnan con residentes para tratar sobre un plan de descontaminación. Hasta ahora, Fox y Lichtinger no han respondido. Pero el problema continúa y nuevos esfuerzos para tratar el problema se están investigando. Como dijo Lourdes Luján, la vigilia continúa.