VOLUMEN 20,  TERCERA EDICIÓN,   Agosto, 2001

Volumen 20 Tercera Edición
Índice

 
 
El Mitin de la Comunidades para el Acta para la Responsabilidad Medioambiental de los Militares
El Día Nacional de Acción Celebra la Legislación para que los 
Militares Dejen de estar Exentos de las Leyes Ambientales 

Todos los días, la salud y la seguridad de las comunidades de todo el país se ven amenazadas. Es algo constante y tenaz. Pero no es por las artimañas de un gobierno extranjero o de una 
sociedad terroristas secreta. Es el resultado de la contaminación que producen las operaciones de los propios militares de los EE.UU.

El 16 de junio, la Coalición de Salud Ambiental junto con miembros de organizaciones asociadas y ciudadanos de diferentes comunidades del Condado, se reunieron en la costa de la Bahía de San Diego a festejar el Acta para la responsabilidad Medioambiental de los Militares 
(Military Environmental Responsibility Act, MERA). De ser aprobada, esta legislación federal hará que los militares se rijan por las mismas leyes federales ambientales, laborales y de seguridad pública por las que se rigen todas las industrias y negocios.

Con dos portaaviones nucleares de la Marina a la vista de todos dentro del magnífico telón de fondo que ofrece la Bahía de San Diego, el Congresista Bob Filner, promotor de MERA, declaró ante la multitud, "Ellos [los militares de los EE.UU.] necesitan hablarnos claro a los estadounidenses. No pueden contaminar nuestro aire y nuestra agua sin algún grado de responsabilidad, así se trate de reactores nucleares en North Island, helicópteros en Miramar, o de la Base de la Marina de la Calle 32." La Regidora de Imperial Beach Patricia McCoy, también compartió sus preocupaciones sobre los impactos que causa la contaminación de los militares mientras se escuchaban cántos y vitoreos de apoyo por parte de la multitud. Marilyn Field, residente de la Ciudad de Coronado y miembro de la Mesa Directiva de EHC, así como Noelia Ramos, residente de National City y Organizadora de la Campaña para una Bahía Limpia de EHC, hablaron sobre las experiencias que han vivido en su lucha contra la contaminación de los militares en San Diego.

"Los militares son diferentes a cualquier otro contaminador," dijo Laura Hunter, Directora de la Campaña para una Bahía Limpia de EHC. "Operan fuera de la ley y se autorregulan. Muchas de las nuevas leyes que hemos legislado y que han sido de gran importancia para este país ya que protegen nuestra salud y seguridad, no los rigen a ellos. La autorregulación militar nos ha traído un legado intolerable. La autorregulación no funciona y debe abolirse."

El Congresista Filner dijo que MERA trata de profundizar en el problema de falta de equidad en la manera en que se hacen cumplir las leyes ambientales y de seguridad pública. "El Acta para la Responsabilidad Medioambiental de los Militares declara que todas las dependencias del Departamento de Defensa deberán acatar las mismas leyes ambientales que rigen al resto de la nación," dijo Filner. Le pidió al grupo de entusiastas partidarios que se hicieran escuchar en apoyo a la Propuesta de MERA.

En una demostración de espíritu popular, quienes asistieron al mitin firmaron postales en apoyo a MERA, mismas que serán entregadas a la delegación del Congreso de San Diego, entre ellos, a las Senadoras Barbara Boxer y Dianne Feinstein, y a los Congresistas Susan Davis, Darrell Issa, Duncan Hunter y Randy Cunningham.

MERA es sinónimo de aceptar responsabilidad

El Departamento de Defensa y el Departamento de Energía son los principales contaminadores de la nación, y aun así evitan ser regulados y responsabilizados bajo varias exenciones. MERA quitará por completo la inmunidad soberana otorgada a los militares por el Acta del Agua Limpia, el Acta del Aire Limpio y el Acta de Respuesta Comprensiva, Compensación y de Responsabilidad Ambiental. Se eliminarán las salvedades a los militares del Acta de Contaminación por Petróleo, del Acta del Ruido y del Acta de Energía Atómica, así como de las leyes que rigen la energía nuclear. MERA responsabilizará por completo a los militares ante la Administración de Seguridad Laboral y Salud (OSHA) y ante el Acta de Planeación Contra Emergencias y Respuesta de la Comunidad (Emergency Planning and Community Response Act). El Acta de Manejo de las Zonas Costeras y el Acta Nacional de Política Ambiental también serán aclaradas para que rijan por completo a los militares.

Como se ha publicado en números anteriores del Toxinformer, una encuesta llevada a cabo a nombre de EHC por el Laboratorio de Investigaciones de Ciencias Sociales de la Universidad del Estado de California a San Diego (SDSU), reflejó que el 66% de los Sandieguinos están a favor de que a la Marina se le haga cumplir con las mismas leyes y líneas directivas de protección ambiental a las que son sujetas otras industrias. De acuerdo a esta meta, EHC trabajó con el Congresista Bob Filner para redactar MERA.

"En San Diego, la Marina es el principal contaminador. Nos parece que si la Marina piensa que cumple con todas las leyes ambientales, entonces esta acta no será problema para ellos," dijo Diane Takvorian, Directora Ejecutiva de EHC.

El Poder de la Gente

El mitin de MERA coincidió con el "Día Nacional de Acción" durante el cual organizaciones de todo el país celebraron el inicio de la Campaña para Comunidades Saludables del Proyecto de Tóxicos Militares (Military Toxics Project’s Healthy Communities Campaign). En 1990, la Coalición de Salud Ambiental se convirtió en miembro fundador del Proyecto de Tóxicos Militares, uniéndose a otras organizaciones de base para reducir los impactos de las operaciones militares y la contaminación a los vecinos. El proyecto ahora representa a 400 organizaciones comunitarias, tribus nativo-americanas, grupos de veteranos e individuos con el propósito común de lograr que en las bases militares de EE.UU. y en las instalaciones de sus contratistas se promueva el saneamiento, el acatamiento a las leyes y la prevención de la contaminación.

En noviembre del 2000, EHC fue anfitrión de una conferencia de la Red Anti Contaminación en las Bases del Proyecto de Tóxicos Militares. En la Audiencia Congresional del Pueblo del 11 de noviembre, funcionarios locales electos y designados, incluyendo el Congresista Filner, escucharon opiniones públicas sobre MERA. Los miembros del Proyecto de Tóxicos Militares que asistieron, compartieron historias sobre los efectos que causan las operaciones militares en sus comunidades.

Documentación de la destrucción

El 15 de junio, un informe del Proyecto de Tóxicos Militares intitulado Defiendan Nuestra Salud: La Amenaza Ambiental de los Militares de los EE.UU. a Nuestras Comunidades (Defend Our Health: The U.S. Military’s Environmental Assault On Communities), mismo que fue entregado al Congreso, detalla cómo las actividades militares contaminantes, como el desecho legal e ilegal de materiales tóxicos, pruebas y uso de proyectiles, manufactura y uso de uranio empobrecido, generación de materiales peligrosos, propulsión nuclear, emisiones tóxicas al aire, y demás operaciones militares, han creado una catástrofe ambiental. Este informe preparado por el Proyecto de Tóxicos Militares y la Coalición de Salud Ambiental, muestra cómo las salvedades otorgadas a los militares para que no tengan que cumplir con ciertas leyes y el que las dependencias regulatorias no las hagan cumplir, han producido más de 27,000 focos tóxicos en 8,500 sitios militares.

"Nuestras fuerzas armadas están por encima de la ley. Ellos no tienen que cumplir con las mismas reglas con las que cumplen los individuos y el sector privado. Los militares pueden contaminar y envenenar con impunidad. En una democracia no debería existir esto. Vamos a cambiarlo," dijo Tara Thornton, Directora Ejecutiva del Proyecto de Tóxicos Militares.

El legado que nos deja el atropello militar al medio ambiente incluye a la Ciudad de San Diego, dónde reactores no regulados de propulsión nuclear e instalaciones de desechos radiactivos amenazan la salud y la seguridad de un cuarto de millón de vecinos a 5 millas a la redonda de la Base Aérea North Island, y a miles de trabajadores y turistas en el área del centro de San Diego. La Marina se ha rehusado a proveer un plan de respuesta en casos de emergencia, sirenas de alerta, monitoreo de los niveles de radiación en la comunidad, o a permitir acceso público a información de seguridad clave. Los vecinos de las operaciones militares y sus familias, devotos hombres y mujeres enlistados, veteranos, empleados civiles de los militares y contratistas de defensa son impactados por los tóxicos de los militares.

El Racismo Ambiental llega a Nuevas Bajas

Es de lo más común que comunidades indígenas, comunidades de color y comunidades de bajos recursos tengan que soportar la mayor parte del gran problema de los tóxicos que generan los militares y que tengan la menor capacidad para obtener protección y justicia. Las dependencias regulatorias generalmente responden más rápidamente a los llamados de las comunidades acomodadas blancas, pero ignoran y minimizan la contaminación y los problemas de salud en otras áreas. El informe Defiendan Nuestra Salud muestra que las comunidades y los individuos vecinos de las operaciones militares así como el personal enlistado en servicio activo, veteranos y trabajadores civiles, padecen de:

  • Altos índices de cáncer;
  • Padecimientos de salud hereditarios;
  • Cadenas alimenticias de subsistencia contaminadas;
  • Amenazas de peligros nucleares;
  • Niveles intolerables de ruido e interferencia;
  • Bombardeo de áreas sagradas, y
  • Destrucción de hábitats silvestres.

"Los militares de los EE.UU. deberían ser responsabilizados por la protección del medio ambiente y la salud pública de la misma manera con que se responsabiliza a los ciudadanos y al sector privado. Los habitantes están hartos de la inigualdad legal que existe para proteger a los vecinos de los militares, a los trabajadores civiles y al personal en servicio activo. Es una situación que la gente de este país ya no tolerará," dijo Hunter. "Nuestro principal enfoque en cuanto a seguridad nacional es la salud y la seguridad de las comunidades. Es hora de dejar de destruirlas mientras se pregona que se están protegiendo. Nosotros decimos: ¡Defiendan nuestra salud!"

 

Para obtener una copia del informe Defiendan Nuestra Salud
llamen a EHC al (619) 235-0281.

 

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