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Congreso aprueba la injusta legislación de
comercio vía rápida
A las 3:30 de la mañana el día 27
de julio, la Autorización de Promoción Comercial, o la vía rápida, fue
aprobada apresuradamente por la cámara de representantes, pasando con un
margen 215-212.
Los representantes del Congreso tenían
apenas cinco horas para estudiar el informe que el comité preparó sobre
esta legislación clave que determinará la suerte de la gente trabajadora
y del estado de nuestro medio ambiente por muchos años. Dos
representantes de San Diego, la demócrata Susan Davis y el republicano
Randy "Duke" Cunningham, votaron a favor de la vía rápida.
El demócrata Bob Filner, un luchador de
gran compromiso con la justicia social, votó en contra de la legislación.
"La vía rápida socava las victorias importantes que hemos logrado
en defensa de los obreros, la salud, los derechos humanos y el
medioambiente," dijo Filner.
El Senado aprobó la legislación vía
rápida el primero de agosto de 2002.
La voz del pueblo no se escucho
El 7 de junio, representantes del
Concejo Laboral AFL-CIO de los Condados de San Diego e Imperial y la
Coalición de Salud Ambiental organizaron una conferencia de prensa en la
que se pedía a la Representante Susan Davis a votar en contra de la
legislación y de esta forma a corregir el error fundamental que cometió
al votar junto con sus colegas republicanos a favor de la legislación en
el primer voto de la cámara de representantes. EHC y el Consejo Laboral
lanzaron simultáneamente una Campaña para Derrotar la vía rápida, que
incluía un anuncio publicado del 5 al 13 de junio en cinco periódicos
semanales del distrito de Davis - La Jolla Village News, Peninsula Beacon,
Beach & Bay Press, Coronado Eagle & Journal y en español en El
Latino.
Sin embargo, Davis calificó de más
importante los intereses de las corporaciones que los derechos laborales,
el medio ambiente, y la salud pública, y votó a favor de la legislación
por segunda vez. " Este voto representa un gran paso atrás para la
humanidad y Susan Davis tomó este paso contra la voluntad de los que
votaron por ella," dijo Connie García, Abogadora de la Campaña
Fronteriza para la Justicia Ambiental de la Coalición de Salud Ambiental.
"El público sabe que el TLCAN fue un
mal acuerdo, especialmente para los trabajadores y para el medio ambiente.
La vía rápida es mucho peor," dijo Donald Cohen, Director Político
del Concejo Laboral de los Condados de San Diego e Imperial.
La vía rápida le otorga al presidente el
poder de negociar acuerdos comerciales sin plena participación del
Congreso. Con la autoridad que le otorga la vía rápida, el presidente
busca aumentar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN),
transformando todo el hemisferio occidental en el Área de Libre Comercio
de las Américas (ALCA.) La vía rápida creará más pobreza, desempleo y
deterioración ambiental, tal como se ha visto bajo el TLCAN.
"No tienes que ir lejos para ver el enorme impacto de un acuerdo de
comercio como el TLCAN, que excluye la voz del pueblo y no defiende los
derechos laborales y medioambientales. Sabemos, por nuestra experiencia
trabajando con comunidades en Tijuana, la magnitud de enfermedad y
contaminación tóxica que existe al otro lado de nuestra frontera,
gracias al TLCAN," dijo Connie García.
La versión de la vía rápida que salió este verano del Comité de la
Conferencia, es aún peor que la que pasó la Cámara de Representantes el
pasado diciembre y la que pasó el Senado en mayo. Algunos elementos
sobresalientes de la legislación son alarmantes:
- Apoyo a trabajadores desempleados por
tratados de comercio: : Esta versión de la legislación vía
rápida diminuye la ayuda a obreros que han sido desplazados debido a
que sus empleadores se han mudado a otro país.
- Capitulo 11: La legislación vía
rápida contiene las mismas disposiciones de protecciones a los
inversionistas que constituye la bien conocida y antidemocrática
falla del TLCAN. Estas disposiciones permiten a las corporaciones
extranjeras demandar a los gobiernos soberanos cuando las protecciones
medioambientales nacionales pueden limitar las ganancias potenciales.
- La Enmienda de Gramm: Con esta
enmienda, patrocinada por el Senador Phil Gramm (Republicano de
Texas), los acuerdos comerciales se sobreponen a las obligaciones
básicas de países de aplicar sus leyes nacionales sobre asuntos
laborales y medioambientales. Por ejemplo, bajo la enmienda de Gramm,
una nación tiene el "derecho" de cambiar sus leyes para
proscribir a los sindicatos, para permitir que las corporaciones
empleen a menores de hasta diez años de edad, y para eliminar
protecciones contra la discriminación de género y el acoso sexual.
"La vía rápida es un instrumento
arrogante que crea un clima en el cual los derechos de los ciudadanos y
las constituciones de las naciones pasan al segundo lugar a las ganancias
corporativas," dijo Amelia Simpson, directora de la Campaña
Fronteriza para la Justicia Ambiental de EHC. "Hoy en día, la mitad
de las personas del planeta sobreviven con menos de dos dólares al día.
Los acuerdos de comercio negociados de acuerdo a la vía rápida como el
TLCAN o el ALCA garantizan que la brecha entre los ricos y los pobres
aumente, con consecuencias devastadoras para la salud y el medio ambiente."
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